Las mujeres durante la historia de México, en su desarrollo social, cultural y económico han tenido grandes cambios y aportes favorables a nuestro país a través de la historia. Estos cambios han sido en todos los sectores incluyendo el de la salud.
Aunque el ramo de la medicina es una de las áreas que más cambios y progresos ha tenido en nuestro territorio, con base en aportes científicos y tecnológicos por parte de estudiantes. Los cuales cada día necesitan cumplir con las exigencias para su selección. El paso generacional de las mujeres dentro de las instituciones de educación superior ha vencido obstáculos para acceder a los conocimientos de la disciplina de la medicina
El primer evento histórico nos refiere a 1887 a las pioneras de la medicina en México con Matilde Petra Montoya Lafragua quien fue la primera médica de nuestro país. Años siguiente en 1936 84 mujeres se hicieron doctoras por la universidad nacional de México.
Algunas marcas históricas que ayudaron a una reestructuración de la percepción del género femenino de manera definitiva fue el reconocimiento de su derecho al voto, a la herencia y propiedad de la tierra.
El acceso a la educación superior para las mujeres ha sido un evento frecuente en comparativa al pasado donde se veía como un hecho sumamente raro. Además de ser una época donde se ha integrado de forma activa a espacios laborales remunerados y al sector empresarial sin la necesidad de un aval varón.
Según la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior durante 1999 la matrícula nacional el ingreso de mujeres aumentó en las escuelas de medicina en nuestro país, hasta la fecha la matricula del género femenino abarca más del 52%.
En 2020, la Benemérita Universidad Autónoma De Puebla tuvo 85,321 matriculados, de los cuales el 46.6% fueron hombres (39,752) y 53.4% fueron mujeres (45,569). Las facultades con más tituladas son Licenciatura en medicina
El estereotipo del hombre generador único de ingresos y la mujer cuidadora del hogar ha sido profundamente alterado por cambios estructurales, que abarcan desde lo familiar, la educación, el empleo, la política y la sociedad en general. En México, datos de la encuesta nacional sobre uso del tiempo 2009 comparó el trabajo remunerado y el no remunerado en trabajadores de ambos sexos con ocho horas laborales promedio. El resultado fue que el tiempo total de trabajo semanal no remunerado de las mujeres es de casi 44 horas, mientras que el de los hombres es de poco más de 16 horas. Estos resultados varían un poco debido a cuestiones demográficas.
La ONU mujeres establecida en 2010 nace a partir de la inquietud mundial en el progreso y desarrollo de cada país. En México se centra en expandir el liderazgo y participación de las mujeres en la toma de decisiones, prevenir y eliminar la violencia contra mujeres y niñas, aumentar el empoderamiento económico de las mujeres y hacer prioridad planes y presupuestos nacionales en el tema de género.
La mujer debe ser tratada con Igualdad, dignidad y respeto para un desarrollo social real, negárselo es eliminar su calidad de vida y todo lo que corresponde a su entorno para verlas como un medio. La sociedad actual construida por ambos géneros debe ser consiente de estos factores para realizar una conversión para un progreso a fin en nuestro país.
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