Las legumbres son una buena fuente de proteína de origen vegetal, vitaminas del grupo B, fibra, hierro y magnesio y, gracias a su bajo índice glucémico, un factor protector para el desarrollo de diabetes.
Las legumbres son una buena fuente de proteína de origen vegetal, vitaminas del grupo B, fibra, hierro y magnesio. Sin embargo, en las últimas décadas su consumo se ha ido reduciendo de forma progresiva por diversas razones (falta de tiempo, falsa creencia de que “engordan”, etc.). Y, sin embargo, deberíamos incluirlas en nuestra dieta al menos 2 veces por semana.
Legumbres contra la diabetes
Las características de estos azúcares complejos y el aporte de fibra de las legumbres ha sido objeto de debate. Una reciente publicación del grupo del Estudio PREDICES sobre dieta Mediterránea, demuestra que aquellos participantes que consumieron más legumbres (y en especial lentejas) desarrollaban menos Diabetes Mellitus tipo 2. Concluyen que el consumo habitual de legumbres dentro de un patrón de dieta mediterráneo es un factor protector para el desarrollo de diabetes.
Esto se explica porque las elevaciones rápidas de glucosa en sangre tras las comidas predisponen a padecer Diabetes Mellitus tipo 2. Las legumbres tienen un índice glucémico bajo, es decir, que la elevación de glucosa en sangre tras su ingesta es lenta y mantenida, por lo que tienen cierto efecto protector. Los cereales de grano integral y la fruta no demasiado madura, especialmente consumida con piel, también tienen un índice glucémico bajo.
Otros beneficios de las legumbres
Las diferentes leguminosas poseen diferentes cualidades.
Las lentejas son ricas en vitamina B1, B3, B6 y ácido fólico. También contienen hierro y selenio y suelen ser las legumbres mejor toleradas a nivel intestinal.
Los garbanzos aportan vitamina B2, B3, B6, manganeso, cobre, hierro y ácidos grasos poliinsaturados (oleico y linoleico).
Las habas aportan vitamina C, A, B1, B2, B3, B6 y ácido fólico además de hierro, calcio, fósforo y potasio.
Las judías, si se consumen con su vaina verde, poseen además propiedades diuréticas.
La fibra aportada por las legumbres posee el beneficio adicional de estimular el crecimiento equilibrado de la microbiota (conjunto de microorganismos anteriormente conocido como flora intestinal). La dieta ideal es aquella en la que se alternan diferentes legumbres y se combinan éstas con cereales como el arroz o la quinoa.
Cantidades recomendadas
En la dieta mediterránea se recomienda consumir legumbres de 2 a 3 veces por semana. No obstante, quienes sigan una alimentación mayoritariamente vegetariana deben aumentar la cantidad hasta 5 veces por semana.
El tamaño de las raciones recomendadas varía con la edad y con las necesidades nutricionales específicas de cada persona. El orden y momento de introducción de cada legumbre en la primera infancia debe marcarlo el pediatra para evitar intolerancias y alergias. En general,
los niños deben consumir raciones de 40 gramos de peso en crudo;
los adolescentes y adultos recibirán raciones de 60-80 gramos
y los ancianos raciones de 50-60 gramos.
No se recomienda su consumo en algunas patologías digestivas en las que se debe reducir el aporte de fibra (como enfermedad de Crohn en brote o diverticulitis aguda), así como en aquellas situaciones en las que el meteorismo aumentado provoca complicaciones (como en ileostomías y colostomías).
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